Tejidos de protección

 

1. TEMA

Tejidos de protección

2. OBJETIVO

Exponer los tejidos de protección en el reino Plantae con alto nivel científico utilizando información de bibliotecas virtuales, libros científicos o artículos científicos

3. INTRODUCCION

Los tejidos de protección recubren todo el vegetal y desempeñan una función parecida a la de la piel en los animales. Comprenden el tejido epidérmico y el suberoso. El primero recubre las hojas, las flores, los tallos jóvenes o herbáceos y los extremos de las raíces. El tejido suberoso muy a menudo en el lugar dejado por la epidermis aparece una o varias capas de células cuyas paredes se suberifican, formando el súber o corcho, impermeable a los líquidos y a los gases. (Velazques, 2012)












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Ilustración 1 figu

4.- desarrollo

En las raíces la epidermis carece de cutícula, aunque en algunas especies aparece una capa muy fina similar a la cutícula. Al ser subterránea, la raíz no está sujeta a una fuerte desecación, ni a radiación. La función es completamente diferente porque en la epidermis de las raíces se favorece la absorción de agua y sustancias disueltas.

Células

La epidermis está formada comúnmente por una sola fila de células, salvo algunas excepciones donde se aprecian disposiciones estratificadas, como es el caso de las raíces aéreas, plantas xerófitas, o en algunas hojas como las de las adelfas y ficus. La epidermis estratificada se denomina multiseriada, múltiple, o velamen cuando es en la raíz (Figura 2). En esta epidermis multiseriadas las capas superficiales actúan como una epidermis típica, con paredes gruesas y cutícula en su superficie libre, mientras que las capas profundas pueden actuar como almacén de agua.

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Ilustración 2 figura 2

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Ilustración 3Figura 3. Imágenes de estomas de diferentes plantas dicotiledóneas y una gimnosperma (arriba a la derecha)

 

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Ilustración 4Figura 4. Estomas típicas de una hoja de monocotiledónea

Hay dos grupos de formas de estomas: en las gramíneas las células oclusivas tienen forma de dos badajos de campana o de pesas, y en el resto las células oclusivas tienen forma arriñonada (Figuras 4, 5 y 6). Las estomas de las gramíneas se consideran como formas más evolucionadas y son más rápidas a la hora de regular la apertura y cierre. Las gramíneas aparecieron hace unos 55 a 70 millones de años.

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Ilustración 5Figura 5. Clasificación de las estomas en función de la organización de las células oclusivas y las células acompañantes o subsidiarias. Anomocíticos: las células subsidiarias no se pueden diferenciar. Paracíticos: una o dos células subsidiarias laterale

Las células oclusivas presentan cloroplastos y una pared celular engrosada de manera no uniforme que posibilita que los cambios de turgencia puedan variar su morfología y de este modo aumentar o disminuir el diámetro del ostiolo (Figura 7). De esta manera se controla el intercambio gaseoso. Otra manera de controlar este intercambio es con la distinta densidad de estomas que presentan diferentes especies de plantas. También la organización varía, pudiendo estar dispersos por la superficie, como en la mayoría de las dicotiledóneas o alineados a los nervios de las hojas y al eje mayor de la hoja como en los pinos (Figura 8). El porcentaje total de la superficie de una hoja ocupado por los poros de sus estomas puede ser de hasta el 5 %. El diámetro del poro se regula mediante la fuerza de la turgencia del agua, y entre los factores que afectan a la turgencia están el CO2, la luz azul, hormonas como el abcísico, auxina, citocinina y giberelinas, la infección por patógenos, y por supuesto, la cantidad de agua disponible por la planta. Las células oclusivas carecen de plasmodesmos cuando se diferencian y esto hace que cada estoma, y cada célula oclusiva tenga un comportamiento semiautónomo. De esta manera, Las células acompañantes son las responsables de pasar y retomar el agua de las células oclusivas. Así el agua tiene que atravesar la membrana plasmática y la pared celular. Sobre todo, la membrana plasmática puede ejercer un cierto control al paso de agua mediante la creación de gradientes iónicos. Sin embargo, en las estomas de las gramíneas, que son alargados con forma de palillos de tambor, hay una conexión entre las células oclusivas de manera que comparten el citoplasma. Esto es interesante puesto que las dos células pueden responder sincrónicamente a los cambios de turgencia. En general, las estomas más grandes responden peor a cambios ambientales y están en menor densidad. Por otro lado, las estomas pequeñas son mucho más rápidos y efectivos al responder a situaciones ambientales y aparecen generalmente con mayor densidad. Pero incluso una misma especie sometida a variaciones ambientales, por ejemplo, mayor concentración de CO2, es capaz de disminuir su densidad de poros durante la formación de las hojas. También hay variaciones en número entre las diferentes partes de una planta o en un órgano durante su desarrollo.

Por ejemplo, la epidermis de las frutas no tiene prácticamente estomas o carecen de ellos, o no son funcionales en sus etapas maduras, aunque cuando están creciendo pueden tener importancia los procesos de transpiración. En los frutos maduros la transpiración del fruto es a través de la cutícula.

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Ilustración 6Figura 6. Imágenes obtenidas con un microscopio electrónico de barrido de la superficie de una hoja de kiwi. Las estomas son claramente visibles destacando sobre las células epidérmicas (A). Las células oclusivas, dependiendo de la turgencia, pueden tener

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Ilustración 7Figura 7. Disposición en hilera de las estomas de una hoja de pino.

Las células oclusivas de las estomas suelen situarse al mismo nivel que las células epidérmicas, pero no siempre. En algunas especies las células oclusivas sobresalen de la superficie epidérmica y se denominan estomas elevadas. Cuando las células oclusivas se encuentran por debajo del nivel de la epidermis se denominan hundidos. En este último caso incluso pueden encontrarse en invaginaciones de la epidermis denominadas criptas estomáticas. Normalmente las estomas elevadas se encuentran en especies que habitan ambientes húmedos, mientras que las estomas hundidos están en especies localizadas en ambientes áridos.

Las estomas se pueden desarrollar de diferente manera. Mesó gena: una célula epidérmica se divide en dos y da a una célula oclusiva y una subsidiaria (típica de gimnospermas). Perígena: cuando la célula subsidiaria y la oclusiva proceden de células diferentes (típica de dicotiledóneas y muchas monocotiledóneas). Mesoperigena: cuando una de las dos células subsidiarias tiene el mismo origen que las células oclusivas.

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Ilustración 8 figura 8 Pelos o tricomas unicelulares y pluricelulares.

Los tricomas o pelos también son células epidérmicas especializadas que se alargan y/o proliferan. La palabra tricomas proviene del griego “trechos”, que significa pelo. Prácticamente todas las plantas tienen tricomas. Surgen por diferenciación de células en la protodermis y están presentes sólo en las partes aéreas de las plantas. Normalmente se encuentran en las hojas y tallos, pero dependiendo de la especie también en pétalos, semillas y frutos. Pueden ser unicelulares o pluricelulares, glandulares o no.

Los tricomas van desde varios micrómetros hasta varios centímetros de longitud. Las morfologías de los tricomas pueden variar mucho según el órgano de la planta y de la especie. Los botánicos han descrito más de 300 tipos diferentes, y sus características morfológicas se han usado en ocasiones para la clasificación de las especies de plantas (Figura 9). A las plantas que poseen muchos tricomas se les llama pubescentes. La mayoría de los tricomas están formados por células vivas, aunque pueden presentar todas sus células muertas.

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Ilustración 9Figura 9. Ejemplos de distintos tipos de tricomas, incluidos algunos tipos glandulares.

Hay tricomas de protección y glandulares. Los tricomas de protección (Figura 10) se encuentran sobre todo en las angiospermas. Pueden ser unicelulares o pluricelulares. Estos tricomas no sólo protegen frente a luz intensa, sino que ayudan a crear una capa aérea limítrofe superficial sobre la epidermis que permite una atmósfera menos fluctuante y evitan la pérdida de agua. Abundan en plantas xerófitas (de ambientes secos). Pero también guían a los insectos durante la polinización, afectan a la fotosíntesis, regulan la temperatura de las hojas, aumentan la reluctancia de la luz, etcétera. En algunos casos, como en la planta del tabaco, secuestran metales pesados y tóxicos como el zinc y el cadmio. Los tricomas de protección son especialmente abundantes en estructuras jóvenes de la planta, de las cuales pueden desaparecer cuando se hacen adultas

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Ilustración 10 Figura 10. Imagen obtenida con un microscopio electrónico de barrido de la superficie de una hoja de kiwi que muestra tricomas de protección. Los tricomas son de diferente tamaño, pero todos son multicelulares. (Foto cedida por Xurxo Gago Mariño. Dpt. Bi

Los tricomas glandulares (Figura 11) son uno de los componentes de la secreción externa de las plantas. Son normalmente multicelulares y tienen un tallo o pedúnculo, aunque algunos son unicelulares. El tallo está formado por las denominadas células sustentadoras, cuyas células más basales se anclan en la epidermis, mientras que en el extremo distal del tricomas se encuentran las células secretoras.

 

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Ilustración 11 Figura 11. Tricomas glandulares en una hoja de malva. Secreción externa

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Los tricomas glandulares tienen células que son capaces de secretar sustancias que liberan al medio, bien a la atmósfera o la superficie de la propia planta, con diferentes funciones. Las células glandulares o secretoras tienen pared celular primaria, que a veces está revestida de cutícula, sobre todo en su parte de unión con las células de sostén, y un citoplasma rico en orgánulos como mitocondrias, retículo endoplásmico y sacos de aparato de Golgi. Hay tricomas glandulares que tienen una célula basal, una o varias de sostén y unas pocas secretoras en la punta del tricomas. Normalmente producen sustancias nada o poco volátiles que quedan en la superficie de la planta. Otros tienen una célula basal, una célula corta de tallo y una cabeza que consta de una o varias células glandulares que contienen una gran cavidad entre la cutícula y la pared celular llena son sus productos.

Hay una gran variedad de tricomas glandulares en función de las sustancias que secretan. Algunos producen y liberan ácidos orgánicos, otros secretan sal, mucílago (polisacáridos), terpenos, una mezcla de terpenos y mucílago, secretores de néctar, las plantas carnívoras tienen pelos glandulares que secretan enzimas proteolíticas, etcétera. Una de las funciones importantes de los tricomas glandulares es mediar en la interacción entre plantas y animales. Los terpenos liberados por los tricomas tienen efectos muy variados según la especie de insecto, pueden atraer, repeler, causar alarma, o regular el desarrollo de los insectos, dependiendo de la especie. También algunas de estas sustancias tienen efectos antimicrobianos.

En la epidermis de la raíz están los denominados pelos radicales, los cuales sirven para absorber agua y sales minerales. Aumentan mucho la superficie de absorción, pero ésta ocurre en toda la superficie de la epidermis de la raíz. Los pelos radicales son células epidérmicas modificadas que crecen a modo de columna perpendicularmente a la superficie de la raíz. En los pelos radicales se encuentran también numerosos microorganismos simbiontes tales como las bacterias fijadoras de nitrógeno. Aparecen en la zona de maduración de la raíz y se diferencian a partir de células epidérmicas indiferenciadas denominadas trofoblastos. Su patrón (número y distribución) es característico de especie, aunque también depende de las condiciones del suelo. (KJ., 2005)

TEJIDO SUBEROSO

Este tejido sustituye a la epidermis cuando esta muere y se desprende, lo cual es un fenómeno común en los tallos y raíces con un crecimiento secundario. En las plantas que poseen crecimiento primario durante todo su desarrollo los restos de la epidermis o las capas corticales externas suberifican sus paredes, y brindan protección a la planta.

Se origina a partir del felógeno, meristemo secundario que a su vez se origina a distintas profundidades de la estructura del tallo o la raíz, por fuera del anillo del cambium.

Características de las células suberosas

Son aproximadamente de forma prismática; a menudo, algo alargadas en sentido paralelo al eje longitudinal del tallo o de la raíz. Están dispuestas de manera compacta, sin espacios intercelulares.

EPIDERMIS

Es la capa celular más externa de las plantas y se acepta que no existe en la caliptra de la raíz y que no está diferenciada en los meristemos apicales. Además, desaparece de aquellos órganos con crecimiento secundario, donde es sustituida como tejido de protección por la peridermis (ver más abajo). En las plantas que tienen crecimiento primario se mantiene a lo largo de toda la vida de la planta, excepto en algunas monocotiledóneas que la cambian por una especie de peridermo. En los tallos se origina a partir de la capa más externa del meristemo apical, o protodermis, mientras que en las raíces se origina desde las células que forman la caliptra o desde las capas más externas de la corteza parenquimática (este origen diferente hace que algunos autores denominen a la epidermis de la raíz como rizodermis). Durante el desarrollo embrionario, la superficie del embrión está formada por una capa indiferenciada denominada protodermo que se diferenciará a protodermis y ésta a la primera epidermis de la planta. (Vigos, s.f.)

USO DE LA EPIDERMIS

Las principales son: protección mecánica de tejidos subyacentes, restricción de la transpiración, regulación del intercambio gaseoso. Además, como las células de la epidermis forman una capa compacta, sin dejar espacios intercelulares, contribuyen a dar sostén a la planta.

La epidermis de la raíz, la rizodermis, tiene por función la absorción, y también la tienen ciertas porciones de la epidermis foliar de las plantas epífitas donde la raíz tiene solamente función de fijación. Otra función es la defensa contra otros organismos: hay una serie de adaptaciones epidérmicas que impiden que los insectos depositen sus huevos, o coman las plantas (pelos, sustancias tóxicas, etc.) (Weebly, s.f.)

Una de ellas es la percepción de estímulos para la ejecución de movimientos násticos y reacciones fotoperiódicas.  Durante el proceso de reproducción sexual, en la epidermis del estigma tienen lugar las reacciones de reconocimiento del polen, y su consecuente aceptación o rechazo.  Otras funciones cumplidas en casos especiales son la fotosíntesis, secreción, diseminación (por ejemplo, a través del desarrollo de pelos), fijación de frutos y semillas al suelo (por ej. con la producción de mucílago). (Botánica, s.f.)

TIPOS DE CÉLULAS EPIDÉRMICAS

Las células epidérmicas propiamente dichas son las más abundantes y menos especializadas, y se disponen unidas muy estrechamente, sin dejar espacios intercelulares. Tienen forma y tamaño muy variados que se suelen adaptar a la forma de la estructura que recubren. Por ejemplo, son alargadas en el tallo. En las plantas dicotiledóneas poseen paredes celulares con formas sinuosas, mientras que en monocotiledóneas suelen ser más rectas. Normalmente no tienen cloroplastos, sino plastos no clorofílicos, presentan una gran vacuola, tienen desarrollado el retículo endoplasmático y el aparato de Golgi y, por lo general, su pared celular es primaria aunque de grosor variable. Pocas veces presentan pared celular secundaria, como es el caso de las semillas, y también es poco frecuente la lignificación de las paredes secundarias, como ocurre en algunas hojas de gimnospermas. Suelen presentar en sus paredes tangenciales e internas campos de poros primarios y plasmodesmos.

Las células epidérmicas de las partes aéreas de la planta se caracterizan por sintetizar y secretar en sus superficies libres una sustancia lipídica impermeable denominada cutina, que, junto con otras moléculas, se deposita en la parte externa de la pared celular para formar una capa continúa llamada cutícula. La cutícula impide la pérdida de agua y la entrada de patógenos. El grosor de la cutícula varía dependiendo de la función y localización celular. A veces sobre la cutícula se depositan otras sustancias lipídicas como algunos tipos de ceras que pueden cristalizar o estar disueltas en forma de aceites. Todo esto hace que la célula sea asimétrica con una parte externa y otra interna diferentes. A veces, en la pared libre de la célula epidérmica hay unos canales, denominados ectodesmos, que permiten la comunicación del citoplasma con la cutícula y que permiten la secreción de sustancias al exterior. En la epidermis de la raíz, así como en la de los pelos radiculares, en vez de la cutina, la sustancia secretada es la suberina.

OTRAS CÉLULAS EPIDÉRMICAS

Son células alargadas o isodiamétricas, y en corte transversal, rectangulares o elípticas, pero por lo general la forma depende del órgano en que se la encuentre. Son generalmente vivas y semejantes por su contenido a las células parenquimáticas, ya que poseen gran cantidad de vacuolas y los órganos normales de toda célula vegetal, con carencia de cloroplastos, excepto en algunas plantas acuáticas. Generalmente con pared primaria, con algunas excepciones en semillas.

Las paredes celulares epidérmicas pueden variar en espesor según las distintas especies y aún dentro de una misma planta de acuerdo con las condiciones ambientales del órgano estudiado. Normalmente la pared exterior es la más gruesa, pudiendo, en algunos casos, llegar a lignificarse. Básicamente se observan plasmodesmos en las paredes interiores y anticlinales. También se los puede hallar en la pared externa, llamándoselos ectodesmos, y por ellos saldrían al exterior la cutina, que formará la cutícula, las ceras, resinas, etc.

Estomas

Son dispositivos formados por dos células oclusivas que poseen la capacidad de sufrir un engrosamiento, dando libertad o no al ostiolo, que es un espacio que comunica el exterior con el interior de un espacio intercelular, llamado cámara subestomática. Las células oclusivas tienen un gran núcleo, muchos cloroplastos, y pocas vacuolas.

Según la presencia de estomas en la o las epidermis, una hoja se puede clasificar según las siguientes formas:

Hoja:anfistomática: los estomas se encuentran en ambas epidermis o caras de la

Hoja: epistomática: los estomas están solamente en cara adaxial o superior de la

Hoja: hipostomática: los estomas se encuentran sólo en la cara abaxial o inferior de

Tricomas

Los tricomas son excrecencias de origen epidérmico, muy variables en forma y estructura, y pueden desempeñar funciones de protección, absorción o secreción. Se encuentran en hojas, tallos, flores, frutos y semillas. Pueden ser pelos simples, escuamiformes, estrellados, etc., o glándulas secretoras de néctar, enzimas (como es el caso de las plantas carnívoras), terpenos, alcaloides, tulas, etc.

Pelos absorbentes

Los pelos absorbentes o pelos radicales son prolongaciones tubulosas de algunas de las células epidérmicas de la zona pilífera de la raíz (rizodermis). Son unicelulares, muy largos (hasta 8 mm) y tenues, con contenido celular vivo en el estado funcional, muy vacuolizados y con paredes celulares muy finas, con muy poca cutícula. El núcleo ocupa habitualmente la extremidad del pelo.

Los pelos absorbentes tienen como función absorber el agua del suelo y las sustancias disueltas en ella. No todas las plantas los poseen (por ejemplo, la palta).

 

Emergencias

Son células superficiales de mayor tamaño que las células epidérmicas típicas, formadas por estratos epidérmicos y subepidérmicos, como en el caso de los aguijones de la rosa.

Las células epidérmicas de ambas epidermis superior e inferior son de forma poligonal con las paredes anticlinales generalmente sinuosas (irregulares, con profundos pliegues), son células vivas, incoloras, con presencia o ausencia de pelos.

La epidermis es continua, sin estomas; mientras que la epidermis inferior se ve interrumpida por los estomas, que presentan dos células oclusivas con forma de riñón. Los estomas y las células epidérmicas se distribuyen de manera desordenada. (Animal, s.f.)

PERIDERMIS

La excepción son algunas especies de Acacia, Acer, Citrus, Eucalyptus e Ilex, en   las cuales la epidermis y el córtex duran toda la vida, no se forma peridermis (Mauseth 1989).

        Robinia: transcorte de un sector de la corteza

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Foto de Raven 2003


La peridermis es el tejido de protección secundario que reemplaza a la epidermis en tallos y raíces que tienen crecimiento secundario. Ocurre también en dicotiledóneas herbáceas, en las partes más viejas de tallos y raíces. Es la corteza externa.

 


TIPOS DE PERIDERMIS

La peridermis es el conjunto de:

1) el felógeno, el meristema secundario también llamado cambium suberógeno,  

2) el súber o corcho o felema, tejido protector formado por el felógeno hacia afuera, con células muertas a su madurez,

3) la felodermis, tejido parenquimático vivo formado por el felógeno hacia adentro.




Las hojas usualmente no tienen peridermis, salvo las pérulas. En algunos frutos como la manzana, y en tubérculos  como los de la papa, se forma una peridermis muy delgada con lenticelas. Existe en algunas Monocotiledóneas, pero otras tienen tejidos de protección diferentes.

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Esquema de la primera peridermis en transcorte

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FELÓGENO.

Su nombre viene del griego phellos, corcho y genos, engendrar. Es uno de los meristemos laterales o secundarios.
Origen: generalmente es más tardío que el cambium, se forman totalmente por desdiferenciación (re-embrionalización) de células. Las divisiones pueden iniciarse en células con cloroplastos, con almidón, taninos e incluso con paredes primarias gruesas. Luego los cloroplastos se transforman en Leucoplastos y el almidón, los taninos y las paredes gruesas desaparecen.

Lugar. El primer felógeno puede originarse en:
1) la epidermis, como sucede en Pyrus communisNerium oleander, Quercus suber y en los cactos.

 

Pyrus communis: origen del felógeno en la epidermis y capa subyacente

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Pyrus communis: primera peridermi

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Dibujos de Esau 1972

2) La capa subepidérmica (colénquima o parénquima), como ocurre en PelargoniumPopulus, Prunus, Ulmus, Juglans, Solanum tuberosum.


3) La 2a. o 3a. capa cortical, como se observa en Aristolochia, Robinia, Pinus

 Pelargonium, felógeno subepidérmico y primera 

peridermis                                              

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 Pinus, primera peridermis en córtex

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Los felógenos subsiguientes se originan cada vez más profundamente, primero en el córtex y luego en el floema secundario.

Constitución: está integrado por un sólo tipo de células, en sección transversal y longitudinal radial,  rectangulares, y en sección tangencial rectangulares o poligonales, a veces irregulares . No dejan espacios intercelulares entre sí. Pueden presentar cloroplastos, la cantidad de vacuolas es variable, pueden contener taninos.

Forma general del meristema: El primer felógeno puede iniciarse uniformemente alrededor del tallo, o en áreas localizadas en forma de escamas o bandas, y volverse continuo por expansión lateral de la actividad meristemática hasta formar un cilindro de varios metros altura.  
Cuando el primer felógeno se forma superficialmente (como sucede en Pinus), usualmente los siguientes tienen forma de escamas o parches de forma y tamaño diverso, discontinuas pero solapadas, con la concavidad orientada hacia afuera.
En la figura 1 se muestra la posición de la primera peridermis, subepidérmica y de forma cilíndrica; las figuras 2-4 muestran la posición de las siguientes peridermis, y cómo los tejidos externos - con respecto a las que primero se formaron - se van separando del tallo.   La figura 5 es un esquema de un corte longitudinal radial de la parte externa de un tallo, mostrando la ubicación de las sucesivas peridermis.

 

División. Las células del felógeno se dividen periclinalmente. Las células derivadas se disponen en filas radiales, ordenadas como pilas de monedas. Como resultado de la primera división se forma una célula del súber o felema; como resultado de la segunda, una de la felodermis (si existe); el producto de la tercera es nuevamente una célula del súber o felema. 
Ocasionalmente hay divisiones anticlinales en el felógeno para aumentar el número de células iniciales.

Actividad del felógeno: generalmente es unifacial, o sea que da sólo súber hacia afuera. Si es bifacial, forma también 1-4 capas de felodermis hacia adentro.
El espesor del súber es muy variable, desde unas pocas capas hasta varios centímetros en el alcornoque, Quercus suber.

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Funcionamiento: Generalmente el felógeno es activo sólo una vez, pero a veces presenta actividad estacional como el cambium (Quercus suber, Q.itaburensis, Q. infectoria y Phytolacca dioica). En otras casos como en Robinia, tiene 2 períodos de actividad por año.

Duración.  Hay dos alternativas:
1) Felógeno no persistente. Puede ser
 1A) Anual, reemplazado por nuevos felógenos cada año, que se forman cada vez más profundamente.
      1B) Longevo: A veces los felógenos subsiguientes tardan muchos años en iniciarse, como ocurre en especies de Abies, Carpinus, Fagus, Quercus; demora 20 años en Pyrus malus, 20-30 años en Populus, Prunus, Punica, 40 años en Ceratonia.
2) Felógeno persistente, dura toda la vida de la planta, como sucede en los cactos, y en los géneros Fagus,  Anabasis, Haloxylon y Pachycormus

En la histología vegetal, la peridermis o tejido peridermico es el revestimiento del cuerpo vegetativo secundario de la planta, que sustituye en su función a la epidermis. Recubre a la planta, justo por encima del floema secundario. Está constituida por tres tipos de células:

Función

El paso desde el crecimiento primario hasta el crecimiento secundario hace que la planta pase de un grosor pequeño a un grosor muy grande. Esto hace que los tejidos superiores estén sometidos a una gran tensión y, al ser tejidos adultos, terminan por romperse, sin posibilidad de regeneración. Por ello, es necesario crear un nuevo tejido de revestimiento. La destrucción de tejidos afecta tanto a la epidermis como a la corteza, por lo que la peridermis es más que una nueva epidermis, ya que se genera la felodermis, que tiene características muy similares a la corteza. Estos tejidos se unen y forman un cuerpo más rígido.

Órgano: tallo, peridermis, lenticela.
Especie: saúco (Sambucus nigra).
Técnica: cortes en parafina teñido con safranina / azul alcián

.

La peridermis está formada estructuralmente por tres capas. La capa inicial es el cambium suberoso o felógeno, cuyas células presentan las típicas características de células indiferenciadas meristemáticas. Se dividen por mitosis según planos tangenciales para originar un número desigual de capas de súber o corcho hacia fuera y de felodermis hacia dentro. Las células del súber sufren engrosamiento secundario de su pared por depósito de suberina, y a veces lignina, por lo que mueren en su madurez, disponiéndose de manera muy compacta para formar una barrera infranqueable al agua y a los gases. Por el contrario, las células de la felodermis son células vivas que no se suberifican y que únicamente se diferencian de las parenquimáticas de la corteza por su disposición en filas apiladas radiales.

Las lenticelas se presentan como zonas lenticulares o circulares que sobresalen en la superficie, con un poro debajo del cual se encuentra el tejido de la lenticela, que no es más que células parenquimáticas de paredes finas y que dejan entre ellas espacios intercelulares más o menos amplios. Las lenticelas se producen con la formación de la primera peridermis y son zonas donde el cambium suberoso es más activo y deja más espacios intercelulares en los tejidos que produce. A medida que aumenta el grosor del tallo o raíz se forman nuevas lenticelas. Estas estructuras permiten el intercambio de gases entre el exterior y el interior del tallo.

Peridermis
En las plantas leñosas, por lo general durante el primer año la peridermis reemplaza la epidermis de la raíz y el tallo. En ciertas plantas esto sucede varios años después, cuando el vegetal comienza su crecimiento secundario.

El vocablo peridermis proviene del griego peri= alrededor, y derma= piel.

Este tejido de protección es el conjunto de tres tejidos:

  • cambium suberoso o felógeno,
  • felodermis y
  • corcho.

El cambium suberoso o felógeno se divide constantemente por ser un tejido meristemático. Como producto de su división se forman los tejidos felodermis hacia el interior y corcho hacia el exterior.

La felodermis también se conoce como corteza secundaria. Está formada en buena parte por células vivas.

El corcho también se llama felema o súber. Este tejido es impermeable a gases y agua. Las células que lo componen tienen paredes celulares reforzadas con una sustancia llamada suberina y están muertas a la madurez.

La imagen a continuación muestra un corte de un árbol. La peridermis está teñida de color oscuro.

Berkshire Community College Bioscience Image Library/vía Flickr/CC0

En los tallos y las raíces de las plantas leñosas se observan aberturas en la peridermis, llamadas lenticelas.

Las lenticelas están formadas por células separadas por grandes espacios intercelulares. Las primeras lenticelas por lo general se forman debajo de los estomas. Al igual que estos, funcionan como un poro por el cual ocurre un intercambio de gases entre la atmósfera y la planta. Sin embargo, a diferencia de los estomas, las lenticelas no poseen células oclusivas, por lo que permanecen abiertas.

PERIDERMIS: CARACTERÍSTICAS, FUNCIONES, FORMACIÓN

La peridermis es un tejido protector que sustituye a la epidermis como cubierta externa de protección en plantas que presentan crecimiento secundario. El crecimiento secundario es un incremento en el grosor del tallo y raíces, originado a partir de los meristemos secundarios en las coníferas y en las plantas dicotiledóneas.

La peridermis se origina a partir del cambiúm suberoso y está compuesta por el felema o súber, la felodermis y el felógeno. Generalmente cada año se forma una nueva capa de peridermis hacia el interior de la peridermis antigua.

Peridermis. Tomada y editada de KatarinaS97 [CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)].

La corteza está constituida tanto por peridermis como por floema secundario. Tiene diversos usos; el súber, por ejemplo, también conocido como corcho, es empleado como tapón de envases. El corcho comercial, que aún es considerado como el tapón ideal para botellas de vinos, proviene principalmente del alcornoque.

Características

Se forma por crecimiento secundario, pues ocurre a partir de células del parénquima, colénquima o de la epidermis que se han desdiferenciado para volverse nuevamente células meristemáticas.

Se produce por medio de divisiones periclinales de la felodermis, que son paralelas a la superficie.

Está presente solo en tallos y raíces y ausente en hojas, flores y frutos. Puede aparecer varias veces durante la vida de la planta.

La peridermis es impermeable tanto al agua como a los gases y resistente a la acción de los ácidos.

Partes

Felógeno

También denominado cambium suberoso, es un tejido meristemático secundario responsable de la producción de tejido dérmico nuevo. Es un meristema lateral que puede crecer estacionalmente en forma de bandas continuas o discontinuas debajo de la epidermis.

Súber

Este tejido también es conocido como feloma o corcho. Se forma hacia el exterior del felógeno y está constituido por células que pierden el protoplasma y mueren al madurar.

Las paredes primarias de estas células están cubierta en su cara interna por una capa relativamente gruesa de una sustancia grasa e impermeable al agua y a los gases denominada suberina.

Felodermis

Es una capa delgada compuesta de células parenquimáticas vivas, originas de las distintas capas de cambium suberoso. Estas células se caracterizan por no presentar paredes suberificadas y eventualmente pueden poseer cloroplastos.

Funciones

La principal función de la peridermis es proteger al tronco y las raíces contra la depredación por parte de diversos organismos, principalmente insectos, y de las infecciones por hongos y otros patógenos, al sustituir la epidermis de las plantas con crecimiento secundario.

El crecimiento secundario provoca el ensanchamiento del tronco y la raíz. Este crecimiento provoca que el córtex y la epidermis, que han cesado su crecimiento, se alarguen y se quiebren, por lo cual deben ser sustituidos.

El desarrollo de la peridermis termina de provocar la muerte de la epidermis al aislarla del parénquima cortical e impedirle el intercambio de sustancias con este.

La peridermis también impide la pérdida de agua de la planta por el tallo debido a evapotranspiración. Esto es gracias a la suberina, que también impide la pérdida de la savia del floema, la cual es rica en azúcares, y su presencia en el exterior de la planta la hace más atractiva a distintos tipos de animales.

Para permitir el intercambio de gases entre las células de los tejidos internos y el medio externo, en la capa suberosa aparecen pequeñas aberturas, denominadas lenticelas.

Alcornoque (Quercus suber), árbol de donde se extrae el corcho comercial. Tomada y editada de Javier García Diz [CC BY-SA 3.0].

El crecimiento en plantas

Las plantas que viven varios años presentan dos tipos de crecimiento, un crecimiento primario y uno secundario.

Crecimiento primario

Es el crecimiento producido por el meristemo apical, permite el incremento en longitud de las raíces y los vástagos. En muchas plantas sin semillas el meristemo apical consta de una única célula que se dividirá sucesivamente para permitir el crecimiento de la planta.

En plantas con semillas, el meristemo apical consta de más de un centenar de células ubicadas en el ápice de la raíz y del tallo, y cuyas sucesivas divisiones van a permitir el crecimiento longitudinal de la planta, alargándose a partir del ápice.

Este meristemo apical también da origen a los meristemos primarios, los cuales reciben el nombre de protodermis, procámbium y meristemo fundamental. El primero producirá la epidermis, el procámbium dará origen al xilema y al floema, mientras que el meristemo fundamental producirá el tejido fundamental.

Crecimiento secundario

Se produce a partir del meristemo secundario, denominado de esta manera porque está formado por células que originalmente eran del parénquima, pero que se desdiferenciaron para convertirse nuevamente en células meristemáticas.

El meristemo secundario o lateral es una capa de una sola célula de grosor que rodea completamente el tallo y la raíz. Las divisiones de este meristemo son periclinales y originan crecimiento tanto hacia el exterior como hacia el interior de tallos y raíces. Es el crecimiento que permite el incremento en grosor de estas estructuras.

Formación

El primer felógeno se origina cuando ya no ocurre crecimiento primario. Este se desarrolla a partir de células del parénquima de la capa externa del córtex, debajo de la epidermis. Estas células se desdiferencian y convierten nuevamente en células meristemáticas. La primera división periclinal de estas células va a dar origen a dos células.

La célula ubicada más hacia el exterior dará origen al suber, mientras que la más interna continuara dividiéndose. De estas nuevas células, las más internas formarán la felodermis, mientras que las ubicadas entre esta capa y el súber, seguirán siendo células del felógeno.

De esta manera se forma la primera peridermis que reemplazará a la epidermis, la cual morirá debido a que el suber impedrirá cualquier intercambio de aguas y nutrientes entre sus células y las de los tejidos adyacentes.

Periódicamente se producirá una nueva capa de peridermis hacia el interior de la misma, la cual puede tener un crecimiento completo o por bandas. Para la formación de estas nuevas capas de peridermis, las capas de felógeno se originaran a partir de células del meristema secundario provenientes del parénquima del floema secundario.

La formación de una nueva capa de súber, aislará los elementos vivos de las capas más externas, causando su muerte tal como sucedió con la epidermis. Esta capa externa de tejidos muertos forma lo que es la corteza externa. Esta es la corteza que pierden los árboles durante su crecimiento.

 

 

Las lenticelas

La capa de súber impermeabiliza a la planta e impide el intercambio de gases de las células del tallo y raíz con el exterior. Para poder realizar el intercambio gaseoso surgen pequeñas aberturas en la corteza externa, en la zona donde la capa suberosa es más delgada y las células están más separadas.

Estas aberturas son denominadas lenticelas y permiten el intercambio de gases. Con el surgimiento de nuevas capas de cambium suberoso, también aparecerán nuevas lenticelas, las cuales estarán alineadas con las más antiguas para permitir la continuidad de este intercambio.

  

Diferencias entre epidermis y peridermis

Diferencia estructural y funcional

Los tejidos de protección forman la parte más externa de los órganos de las plantas y se encuentran en contacto con el medio ambiente. Los tejidos de protección típicos son la epidermis y la peridermis, dependiendo de si la planta tiene crecimiento primario o secundario, respectivamente. Además la epidermis

Epidermis

-En tallos herbáceos y hojas

-células vivas

Estructura

-estomas

-Pelos o tricomas

Peridermis

-en tallos de árboles

-células muertas

Estructura

-lenticelas

-ritidoma

 

Epidermis

Es la capa celular más externa de las plantas y se acepta que no existe en la caliptra de la raíz y que no está diferenciada en los meristemos apicales. Además, desaparece de aquellos órganos con crecimiento secundario, donde es sustituida como tejido de protección por la peridermis (ver más abajo). En las plantas que tienen crecimiento primario se mantiene a lo largo de toda la vida de la planta, excepto en algunas monocotiledóneas que la cambian por una especie de peridermis. En los tallos se origina a partir de la capa más externa del meristemo apical, también denominada protodermis, mientras que en las raíces se origina desde las células que forman la caliptra (dicotiledóneas) o desde las capas más externas de la corteza (monocotiledóneas). Este origen diferente hace que algunos autores denominen a la epidermis de la raíz como rizodermis. En la semilla, durante el desarrollo embrionario, se forma el protodermo, antes incluso que los meristemos apicales caulinar y radicular, del cual se diferenciará la protodermis y de ésta la primera epidermis.

La epidermis constituye el tejido de protección de tallos, hojas, raíces, flores, frutos y semillas. Esta protección es doble, frente a patógenos y frente a daños mecánicos. Otras funciones de la epidermis trascendentales para la vida de la planta son la regulación de la transpiración, el intercambio de gases, almacenamiento, secreción, repelen herbívoros, atraen insectos polinizadores, absorción de agua en las raíces, mantienen la integridad física de los órganos de la planta, protegen frente a radiación solar, etcétera.

Cutícula

En las superficies externas o libres de las células epidérmicas de las partes aéreas se encuentra la cutícula, que es una capa de sustancias fundamentalmente hidrofóbicas que se secreta por las propias células epidérmicas de manera asimétrica. Es una capa protectora frente a la desecación, a daños mecánicos y a patógenos, regula la tolerancia a la salinidad y protege frente a bajas temperaturas. También protege frente a los rayos ultravioleta, pero deja pasar la radiación necesaria para la fotosíntesis.

 

La cutina

La cutina es un poliéster de ácidos grasos (de 16 a 18 átomos de carbono) con grupos hidroxilos, mezclados con ácidos dicarboxílicos, ácidos alcanoicos, fenilpropanoides y glicerol, que actúa como andamio de la cutícula. Estas moléculas están entremezcladas con las ceras. La síntesis de cutina se produce en el retículo endoplasmático a partir de ácidos grasos sintetizados en los plastidios de las células epidérmicas. La sintasa de la cutina se expresa normalmente sólo en la epidermis. Las ceras son un grupo heterogéneo que comprenden a una mezcla de ácidos grasos de cadenas muy largas y sus derivados: alcanos, aldehídos, cetonas, alcoholes y ésteres, junto con componentes cíclicos como flavonoides, triterpenoides y estéroles. La composición concreta varía según la especie y lugar de la planta considerado, incluso con el estado de desarrollo.

Estomas

En la epidermis de las partes aéreas, sobre todo de las hojas, se encuentran los estomas. Pero también se encuentran en la epidermis de tallos, e incluso en los pétalos y en el pistilo de las flores. Evolutivamente aparecieron en la Tierra hace unos 400 millones de años y se cree que se inventaron una sola vez durante la evolución. Las primeras plantas carecían de estomas por lo que debieron restringirse a ambientes húmedos. Los estomas son las estructuras de la parte aérea de las plantas que se encargan de controlar el intercambio de gases entre la atmósfera y la planta, sobre todo vapor de agua y CO2.

 

La epidermis de las raíces carece de estomas o son muy raros. Los estomas están formados por dos células oclusivas, que cuando se separan entre sí dejan un orificio entre ellas denominado ostiolo, el cual comunica el medio externo con el interno de la planta, siendo el medio interno en primer lugar una cavidad denominada cámara subestomática. En la mayor parte de los casos las células oclusivas están rodeadas por un número variable de células anexas denominadas células acompañantes o subsidiarias. Ambos tipos de células se diferencian entre sí por su diferente morfología y tamaño, además de por los engrosamientos desiguales de sus paredes celulares. El conjunto del estoma y sus células anexas forma el complejo estomático. Los estomas tienen unas dimensiones de entre 10 y 80 µm y una densidad de entre 5 y 1000 por mm2.

tricomas

Los tricomas o pelos también son células epidérmicas especializadas que se alargan y/o proliferan. La palabra tricoma proviene del griego “trichos”, que significa pelo. Prácticamente todas las plantas tienen tricomas. Surgen por diferenciación de células en la protodermis y están presentes sólo en las partes aéreas de las plantas. Normalmente se encuentran en las hojas y tallos, pero dependiendo de la especie también en pétalos, semillas y frutos. Pueden ser unicelulares o pluricelulares, glandulares o no. Los tricomas van desde varios micrómetros hasta varios centímetros de longitud. La morfología de los tricomas pueden variar mucho según el órgano de la planta y de la especie. Los botánicos han descrito más de 300 tipos diferentes, y sus características morfológicas se han usado en ocasiones para la clasificación de las especies de plantas. A las plantas que poseen muchos tricomas se les llama pubescentes. La mayoría de los tricomas están formados por células vivas, aunque pueden presentar todas sus células muertas.

 

 

Peridermis

Rodeando el leño de cualquier árbol existe un cilindro de células meristemáticas denominadas cambium vascular. Estas células se dividen para producir dos tejidos: xilema hacia adentro y el floema hacia fuera. El primero pasa a constituir el leño del árbol, mientras que el floema es el encargado de transportar los productos de la fotosíntesis elaborados por las hojas hacia el resto de la planta. El desarrollo de los tejidos vasculares secundarios originados por el cambium vascular es acompañado por la formación de un conjunto de tejidos de protección o PERIDERMIS, conocido vulgarmente como corteza. Desde el punto de vista funcional este tejido reemplaza a la epidermis cuando se cae.

La peridermis se forma a partir de un meristema denominado felógeno, el que produce por divisiones periclinales (paralelas a la superficie) súber hacia fuera y felodermis hacia adentro.

 

 

Felógeno

Es un tejido meristemático secundario, pues se origina a partir de células que ya han sufrido diferenciación y vuelve a tornarse meristemático dividiéndose para formar nuevos tejidos. Al igual que el cambium es un meristema lateral, ya que aparece como un anillo continuo o fracturado en bandas debajo de la epidermis. Al igual que el cambium, tiene crecimiento estacional, empero sus ritmos no son paralelos al anterior.

Súber

Este tejido se denomina comúnmente "corcho". Son células muertas que tienen la particularidad de que sus paredes primarias (principalmente celulósica) está cubierta hacia el interior de la células por una capa relativamente gruesa de suberina, formada por laminillas alternas de suberina y ceras. La capa de suberina es impermeable al agua y a los gases y soporta la acción de los ácidos. El protoplasma desaparece y el lumen aparece lleno de aire o de sustancias pigmentadas.

Felodermis

En esta capa las células están vivas y careces de paredes suberificadas. Pueden contener cloroplastos, en cuyo caso la corteza será capaz de realizar algo de fotosíntesis.

Desarrollo de la peridermis

El felógeno puede originarse a partir de las células vivas de la epidermis o de células parenquimáticas o colenquimáticas que se encuentras debajo de la epidermis. Estas células se desdiferencian, es decir que retoman la actividad meristemática; para ello pierden sus vacuolas centrales y sufren divisiones periclinales. Como resultado de la primera división mitótica se forman dos células, la externa pasa a constituir el súber mientras que la interna permanece como células del felógeno. Posteriores divisiones de las células del felógeno formarán la felodermis hacia el interior. Este primer felógeno forma la peridermis que reemplaza en su función a la

 

Epidermis. Tanto la epidermis como los tejidos ubicados por dentro de la misma mueren, ya que el súber aísla los mismos de las sustancias nutritivas y el agua.

Con la continuación del crecimiento secundario este primer felógeno es reemplazado con uno nuevo, formado hacia el interior del primero. Para formar estos siguientes felógenos ya son las células del parénquima del floema secundario las que se desdiferencian. Las siguiente peridermis pueden formarse en anillos completos o en bandas.

Con la formación de cada peridermis, mueren los tejidos que quedan por fuera, con lo que resulta en la formación de una capa o costra dura. Estos tejidos muertos ubicados por fuera del último felógeno funcional se denominan técnicamente RITIDOMA o simplemente corteza externa. La parte viva que queda por dentro del felógeno funcional es el floema y se denomina corteza interna.

Si se remueve solo la corteza externa, el árbol puede continuar con su vida, siempre que no sea atacado por patógenos como hongos o bacterias. Esta técnica es tenida en cuenta por aquellas personas que cosechan las corteza de ciertos árboles, también es un método para forzar a un árbol a fructificar. Si se remueve toda la corteza, externa e interna, el árbol muere ya que se desconecta el sistema vascular floemático y la savia elaborada en la copa no llega a las raíces; está técnica es utilizada cuando se quiere destruir un árbol en pie.

Lenticelas

Son aberturas o zonas en la corteza externa con células dispuestas en forma floja, suberizadas o no. Del mismo modo que los estomas permiten el pasaje de aire desde y hacia el interior del tallo. En arbolitos jóvenes usualmente se forman en el lugar donde estaban los estomas. Varían en forma y tamaño entre las especies, en algunas son microscópicas, mientras que en otras son visibles a ojo desnudo. El tejido producido por el felógeno en la lenticela tiene abundantes espacios intercelulares denominándose tejido de relleno.

En el corcho comercial las lenticelas permanecen activas por largos períodos, formando largos cilindros de tejido de relleno que se extienden desde el felógeno hasta la superficie. Por esta característica, el corcho para los tapones debe cortarse siempre paralelo a la superficie del tronco, para que los agujeros de las lenticelas lo atraviesen horizontalmente y no se pierda el preciado contenido de las botellas.

5. CONCLUSION

De esta manera concluimos este informe en donde se logró conocer sobre los tejidos de protección con ayuda de distintas fuentes y con gráficos para profundizar más en el tema y lleva a una mejor comprensión

6. BIBLIOGRAFIA

 

KJ., C. (2005). Stomatal architecture and evolution in basal angiosperms. American journal of botany 92.

Velazques. (2012). Biologia 2. mexico: st editorial.

  

Animal, A. d. (s.f.). Facultad de Biologia. Obtenido de https://mmegias.webs.uvigo.es/1-vegetal/guiada_v_proteccion.php#:~:text=La%20epidermis%20est%C3%A1%20formada%20por%20diferentes%20tipos%20de%20c%C3%A9lulas,que%20componen%20los%20estomas%2C%20etc%C3%A9tera.

Botanica. (s.f.). Epidermis. Obtenido de Caracteristicas generales: http://www.biologia.edu.ar/botanica/tema13/13-1caracteristicas.htm

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Weebly. (s.f.). Tejido de proteccion. Obtenido de https://anatomiavegetal.weebly.com/uploads/8/0/2/3/8023705/5._tejidos_de_proteccin_1rio_cel_epidrmicas.pdf

 

PERIDERMIS

Referencias

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2.         Bark (botany). En wikipedia. Recuperado de en.wikipedia.org

3.         W.C. Dickison (2000). Integrative Plant Anatomy, Academic Press, San Diego

4.         Peridermis: corteza y derivados. Recuperado de  www.biologia.edu.ar

5.         Tema 19. Estructura cesundaria del tallo II. 19.3. Peridermis. Recuperado de  www.biologia.edu.ar

6.         Tejidos vegetales: Protección. Recuperado de mmegias.webs.uvigo.es



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